El punto de vista es personal o de quienes habitamos el mismo espacio y es por eso que me parecía fundamental hacer el registro sin la presencia de personas, pero haciendo foco en la huella del uso de los espacios y elementos. Objetos vivos y funcionando en éste mismo espacio - tiempo.
También encuentro una relación entre el quehacer doméstico como un mantra en un estado de meditación que agudiza la percepción y los sentidos en relación con las fronteras de los territorios a los cuales nos tuvimos que resumir por el aislamiento.
Los sonidos fueron tomados desde la ventana a los vecinos y la calle y los vinculé de manera directa, casi literal con las tomas de video.
El fuera de campo lo reforcé principalmente con planos detalle y varias capas de sonido con diferentes niveles de "cercanía" o espacialidad. Me interesaba generar cierta tensión y cambios de clima en poco tiempo, como un reflejo del estado mental de sincronización con el entorno.
En relación a la luz busqué registrar diferentes climas de los espacios en los cuales estoy la mayor parte del día y de esa forma generar la idea de un tiempo que corre pero que no avanza